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jueves, 8 de mayo de 2014

Reunión Comisión Bicameral de Defensoría del Pueblo

El día de ayer, martes 6 de mayo, se realizó en el Salón de las Provincias del Congreso de la Nación la segunda reunión de la Comisión Bicameral de Defensoría del Pueblo. Allí fue convocado el contador Haquim, quien a finales de 2013 fue autorizado "a realizar todos aquellos actos conservatorios y/o administrativos permitidos por el marco legal vigente" por la Comisión (ver resolución y ratificación). Haquim realizó un balance de las gestiones realizadas a lo largo del año y remarcó que las puertas de la Defensoría del Pueblo siguen abiertas, y sus empleados continúan cumpliendo sus tareas, a pesar de la acefalía (audio disponible aquí).

A continuación,  varios integrantes de la Comisión realizaron intervenciones relacionadas a la falta de avances en el proceso de designación de un Defensor del Pueblo –vacante hace casi cinco años- y de sus adjuntos – vacantes hace más de cuatro meses. Sobre el tema, cabe destacar las intervenciones de la Senadora Morandini (Frente Cívico de la Prov. de Córdoba), quien recalcó que la acefalía de la Defensoría del Pueblo “no es una buena señal hacia la ciudadanía”, y manifestó su preocupación por la falta de debate para acordar estándares de idoneidad que permitan avanzar en la identificación de un nombre “que conforme a todos”.

Posteriormente el Senador Pichetto (FpV) remarcó que el rol que cumple Haquim le fue concedido de manera provisoria, hasta en tanto se logre arribar a un consenso, sobre lo cual afirmó “sabemos que estamos en un tiempo pre-electoral, político, muy intenso en el cual es difícil arribar a estos consensos. Los 2/3 es un porcentaje de adhesión realmente muy alto, fíjense que se usa para reformar la Constitución o para designar a los jueces de la Corte.  Me parece que el Gobierno ha hecho un esfuerzo, ha planteado el nombre del ex Jefe de Gabinete…no hubo consenso (…) Mientras tanto seguiremos hablando, y a lo mejor en algún momento surge alguna figura que pueda reunir ese porcentaje de votos que se requieren en la Cámara para poder votar.”

Lo siguió en el uso de la palabra la Diputada Camaño (Frente Renovador), quien expresó “lo que nos pasa es producto del funcionamiento de este cuerpo. No tenemos que flagelarnos tanto. Simplemente tenemos que generar un marco que nos permita llegar a acuerdos. (…) Lo importante es que esta Comisión garantice el funcionamiento de la Defensoría (…) esforzándonos creo que todos (…) todos proponernos intentar acuerdos sobre la búsqueda de la personalidad adecuada. Esa mayoría calificada responde precisamente a eso: a la necesidad de excelencia que debe tener aquel que represente al pueblo en nombre de los legisladores en la Defensoría.”`

Por último el Presidente de la Comisión Bicameral, Juan Carlos Marino remarcó que recién la semana pasada se constituyó la Comisión, cuyas puertas –afirmó- están abiertas, y remarcó que es necesario “un esfuerzo de todos” para que se designe un Defensor del Pueblo.  

(audio de las intervenciones de los legisladores)


Desde las organizaciones consideramos que es fundamental que los integrantes de la Comisión inicien de inmediato las reuniones necesarias para consensuar estándares que deben reunir los candidatos, para luego comenzar el proceso de propuestas. Por el momento no se observa que exista un marco propicio para ello. Es más, parecería que los referentes de los distintos bloques consideran que se trata de una negociación en la cual algunos partidos políticos “se quedan” con algunos cargos, y otros “se quedan” con otros cargos, lo cual definitivamente dificulta las negociaciones en un contexto pre-electoral, pues hay incertidumbre y especulación en torno a quién ocupara el Poder Ejecutivo, y cómo será la composición del Congreso luego del recambio que se producirá en 2016. 

Es importante recalcar que en este caso la ley les concedió a los integrantes de la Comisión la tarea de definir quién ocupara los cargos en la Defensoría del Pueblo, y que quien termine designado debería tomar decisiones libre de influencias y agendas partidarias (oficialistas u opositoras), en tanto ello minaría su legitimidad. Es decir, no sólo es autoevidente que quien tiene que cumplir tareas de dirección en un organismo de control externo no debería surgir del seno del partido cuyas acciones debe controlar, sino que -dado que la Defensoría no tiene potestades sancionatorias- para que sus pronunciamientos tengan la fuerza y legitimidad moral que requieren para tener impacto sobre la opinión y las políticas públicas, quien las emite no debe ser identificado con una agenda partidaria.


En este contexto, consideramos propicio realizar un repaso del debate que se produjo en el marco de la Convención Constituyente para comprender por qué se creó esta la figura del Defensor del Pueblo. De aquel debate (http://bit.ly/1delfX1) surge claramente que los convencionales  identificaron que los mecanismos administrativos, en tanto ubicados dentro de la propia administración, no ofrecen garantías de independencia a los administrados; los mecanismos judiciales son largos y costosos; y los controles parlamentarios están teñidos de intereses políticos. Estaban convencidos de que era necesario crear una entidad distinta, novedosa, que fuera capaz de suplir estas fallas. Eran conscientes de que existe un gran porcentaje de la población que no tienen acceso al control ni la defensa de derechos, particularmente entre los sectores más desaventajados, que enfrentan una doble incertidumbre, pues no conocen sus derechos, y no confían en quienes dicen querer defenderlos.

Esperamos que el Congreso avance rápidamente en la designación de un Defensor del Pueblo idóneo, lo cual requiere que el proceso se realice tomando en cuenta el rol clave que le reconoció la Constitución Nacional como entidad fundamental para el buen funcionamiento del sistema de protección de derechos y rendición de cuentas, y la importante función social que en la práctica lleva adelante.

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